En el Día de Fátima

Imagen extraída de: tesorosdelafe.com

Música Mariana de Todos los Tiempos

En mi gusto particular, pero no sin razones de peso, la cima de la música se encuentra en el mundo de la liturgia católica, específicamente, en el gregoriano. Reconocer los debidos ámbitos de lo secular y de lo litúrgico sin confundirlos es uno de los requisitos esenciales para que cada uno conserve su belleza y cumpla su función determinada. En algunos casos, la música litúrgica puede estar presente en canciones seculares y perfeccionarlas, pero no creo que pueda ocurrir al revés; lo secular tiene poco o nada qué aportarle a la música litúrgica y creo que no haberlo entendido ha impactado negativamente la esfera cultural del catolicismo, credo en el que más se verifica esta problemática. Muchos géneros musicales pueden ser propicios para hablar de Dios, para compartir reflexiones teológicas, eso sí, pero no todo género musical es adecuado para el culto divino.

En los anteriores artículos nos hemos dedicado a cantantes, grupos musicales, géneros y canciones de la música secular y popular, pero, hoy, 13 de mayo, fiesta litúrgica de Nuestra Señora de Fátima en la Iglesia Católica, Apostólica y Romana quiero abrir la catedral de La Ciudad del Sonido y compartir algunas de las más clásicas y bellas melodías de la historia en honor a la Santísima Virgen María, invitando a los lectores a apreciar este espacio muy puntual dentro del amplísimo mundo de la música.

En primer lugar, debo resaltar el himno Ave Maris Stella de autor desconocido (siglo IX) y que cuenta con múltiples composiciones e interpretaciones; en segundo lugar, el Regina Coeli para cinco voces compuesto por Tomás Luis de Victoria (1572) que acompaña tan bellamente la oración durante la Pascua; en tercer lugar, el Magníficat de Vivaldi (1717 aprox.) que resalta con su solemnidad la trascendencia de este momento esencial en la historia de la humanidad y de la salvación, así como la grandeza de lo que allí confiesa Nuestra Señora; en un cuarto momento, debo confesar mi amor por el conocido Ave Maria de Schubert (1825) cuya hermosura no deja de sorprenderme hasta hoy; suelo rezar el Santo Rosario con la quinta melodía que hoy quiero recordar: el himno O Queen of The Holy Rosary escrito por Emily M.C. Shapcote (1825 aprox.) y que hoy se interpreta con la melodía del Gesangbuch der Herzogl. Hofkapelle, Würtemberg.

Escrito por: Carlos Andrés Gómez
La Ciudad del Sonido / 2021
https://linktr.ee/laciudaddelsonido

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