Bandas sonoras de Kubrick

Este año quise dedicarme a un proyecto de lectura que había aplazado por mucho tiempo y que me ha traído un buen caudal de conocimientos, además de instantes de mucho placer y gratos recuerdos. Dicho proyecto consiste en leer varias obras sobre el gran cineasta norteamericano Stanley Kubrick. Comencé por un libro canónico, Stanley Kubrick dirige de Alexander Walker (1975), continué con Stanley Kubrick de Norman Kagan (1976), devoré luego Aquí Kubrick de Frederic Raphael (1999) y, después de un breve receso, me preparo para leer La filosofía de Stanley Kubrick, edición académica preparada por Jerold J. Abrams (2007). Paralelamente, he dedicado mis noches de cine a ver el documental The Seafarers ―dirigido por Kubrick para el Sindicato Internacional de Marinos― y a rever Killer’s Kiss, Dr. Strangelove, 2001: a Space Odyssey y Eyes Wide Shut.

Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención en este 2021: una odisea kubrickiana es el buen gusto musical del querido y recordado director. En su filmografía se acompasan maravillosamente una narración visual revolucionaria ―muy bien descrita y analizada por Walker―y clásicas piezas musicales que han hecho memorables algunas escenas, por ejemplo, la secuencia de hombres-mono frente a un misterioso monolito con el fondo de Así habló Zaratustra de Richard Strauss.

Algunos directores han reconocido la influencia de Kubrick en este aspecto y es que, a decir verdad, redefinió la manera en que se usaba la banda sonora. Según Tony Palmer, actor y director británico, antes de Kubrick la banda sonora era decorativa o diseñada para enaltecer las emociones, pero, después de Kubrick se convirtió en parte esencial de la narrativa. Este hecho destaca en Eyes Wide Shut, donde la música del compositor György Ligeti ―creada para sí mismo en la Hungría estalinista que prohibía ese tipo de expresiones artísticas― es usada en momentos de desesperación y tensión y contribuye a sintonizar con la trama y comprender la verdadera dimensión de los acontecimientos que la conforman. Que este 2021, a 22 años de su partida, recordemos a Kubrick en las bandas sonoras que confirman su genialidad.