I’ve got my mind set on you

Imagen extraída de: latercera.com

Un dandy en la batalla de covers

Debo a mi padre la mayoría de los hábitos culturales que conservo hasta la actualidad. Entre ellos, el amor por la radio es uno de los que más le agradezco y uno de los que más disfruto. Solo por mencionar algunos entre los muchos programas que quiso y me enseñó a querer, recuerdo que, sagradamente, mi padre sintonizaba La Historia del Mundo con Diana Uribe los domingos a las 10A.M. y, sin falta, cada tarde, de lunes a viernes, a partir de las 3 P.M., ubicaba el dial en la emisora de nuestra Alma Mater, Radio Bolivariana. Después de tres horas de música clásica que le daban un matiz muy hermoso y plácido al ocaso de la jornada, venía una hora de Músicas del mundo, si no recuerdo mal el nombre de este programa que recorría géneros y grupos musicales de distintas latitudes.

Un día de semana cualquiera, escuché, por primera vez, en Músicas del mundo, la voz de George Harrison interpretando I´ve got my mind set on you (1987). Mi padre, un hombre de amplísima cultura y un recatado, pero apasionado amante de la música, me explicó quién era George Harrison, quién había sido en The Beatles y, en el Tomo 11 del Diccionario Enciclopédico Salvat (Gramaj-Husayn), leímos la breve entrada sobre Harrison, donde se contaba que, a los trece años ―la misma edad que yo tenía en ese entonces―, había conformado un trío intérprete de blues y música folklórica con John Lennon y Paul McCartney.

Inmediatamente, esta emblemática pieza de la carrera solista de Harrison se ubicó en los primeros puestos de mi ranking personal. Cuando el acceso a internet tuvo la suficiente calidad, quise leer todo sobre esta canción y descubrí que, realmente, Harrison había hecho un cover de James Ray, quien la grabó, en 1962, con David Hutch Orchestra & Chorus. Esta versión original tiene toda la pompa y la potencia del Rhytm & Blues y el Doo Woop, mientras que la de Harrison es puro rock, movimiento, color y energía. Las dos versiones son deliciosas y ambas me encantan por igual, pero, si dijimos en otra ocasión que toda canción es matrioshka, hay que decir también que toda canción es un dandy que se viste de gala en New York o Washington, pero se pone ropa de playa en cualquier costa y ―como dijo un filósofo comparando al hombre en las diferentes edades― es el mismo, pero no es lo mismo.

Escrito por: Carlos Andrés Gómez
La Ciudad del Sonido / 2021
https://linktr.ee/laciudaddelsonido

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