Música para el Aseo

Rosa es una mujer con trastorno obsesivo compulsivo (TOC) con la limpieza y dispuesta a todo por su hijo, quien padece una extraña enfermedad pulmonar y requiere ser operado con urgencia. Para salvarle la vida, Rosa limpia la casa de una adinerada familia y trabaja en un local de venta de productos químicos, pero, inesperadamente, termina en la boca del lobo cuando esta gran familia, a través de sus mercenarios, empieza a utilizarla para asear lugares donde se han cometido crímenes atroces y que no quede ninguna huella de los mismos.

Como si de un ritual religioso se tratara, Rosa entra al lugar donde debe limpiar, abre su maletín de utensilios y, después de tener todo listo para realizar su extenuante y escalofriante tarea, se pone sus audífonos. Como en trance, limpia con disciplina y método hasta que el lugar queda impecable, como si nada hubiera ocurrido allí. Este es, básicamente, el argumento de La muchacha que limpia de Felipe Martínez y Albert Uria, la nueva serie de HBO (BTF Media-Warner Media Latin America) basada en la serie argentina La chica que limpia de Lucas Combina (Germina Films, 2017).

El tema principal de la serie es una pieza magistral de la agrupación mexicana San Pascualito Rey y se titula Olvídate de Mí (Deshabitado, 2006). Esta banda tiene como característica fusionar rock con trip-hop, lounge, canción romántica y música folklórica mexicana entre otras. Los entendidos se han referido al sonido del san Pascualito Rey como “dark guapachoso”, “mariachi-eléctrico” o “sonido grupero-melancólico-espacial-tropicoso” por sus ruidos orgánicos y sus texturas analógicas. En su lírica hablan del dolor, el desamor, la muerte y la vida de manera muy singular.

Otras canciones muy dignas de reconocimiento en el soundtrack de La muchacha que limpia son la versión de Quizás, quizás, quizás de Gaby Moreno (Postales, 2012), Consentida de Jorge Fernández (del disco homónimo), I Love You de Pato Watson (Wato Patson, 2103), Morenita de Sotomayor (Tropic-All, 2015) y Motel llamado mentira de Vinila Von Bismarck (2017). El bolero, el rock, la música electrónica, géneros alternativos y diversas fusiones configuran un espacio musical muy propicio para la trama de esta serie que ha cautivado a no pocos en el mundo entero.