“La música de Bach es la única razón para
pensar que el Universo no es un desastre total.
Con Bach todo es profundo, real, nada es fingido”
Emil Cioran, filósofo rumano
En otro artículo, compartí que, en mi opinión, sobrellevar la jornada académica o laboral con buenos frutos y cuidando la salud física y psicológica implica acompañarse de buenos sonidos, cuidar lo que escuchamos. Evidentemente, la música tiene un rol esencial en este empeño. Hay géneros más adecuados para ciertas horas, hay otros que son adecuados para cierto tipo de trabajos y otros que no lo son.
En mi caso particular, suelo realizar mi trabajo, que es fundamentalmente intelectual, acompañado de música clásica. He confesado mi aprecio por Händel en anteriores entradas. Después de un buen almuerzo y una siesta de una hora, reinicio labores. Todos sabemos que el espacio de tiempo que va de las dos de la tarde a las cinco es exigente. Durante estas horas, es también la música clásica la que me permite mantener el foco en mis actividades, concentrarme, no ceder a la pereza, o la desidia.
En esto, debo agradecer a UN Radio, emisora de la Universidad Nacional de Colombia. Los lunes, en 98.5FM, sintonizo sin falta, a las 3PM, la franja de una hora dedicada a la música del gran compositor alemán Johann Sebastian Bach. El tono religioso, solemne y serio de sus piezas musicales me facilita llevar a cabo mis deberes con presteza, pero sin afanes ni premura, conservando la temperancia necesaria para hacer bien lo que se debe hacer; por otro lado, me recuerda el fin sobrenatural de mi vida, la importancia sacral de los más mínimos detalles, por los cuales, estoy convencido, seremos juzgados al atardecer de la vida.